Moscú, 10 de julio, RIA Novosti. La Casa-Museo Mikhail Bulgakov organizó en la noche de San Juan la primera excursión nocturna iniciando así un proyecto que en verano dará a los admiradores del famoso escritor ruso la oportunidad de conocer la Moscú bulgakoviana en las horas más misteriosas.
El trayecto empieza en el apartamento del autor de ‘El Maestro y Margarita' y finaliza en la Casa Pashkov, última escala del séquito de Voland durante su estancia en Moscú.
A la entrada del museo le reciben a uno los personajes de esta novela célebre: Berlioz, con la cabeza cortada, Margarita, Gela, y hasta un enorme gato negro, Begemot, que vive aquí prácticamente desde el momento de la fundación. La verdad es que Begemot, en esa primera excursión, se negó a comparecer ante los periodistas: según la explicación del guía, por estar cansado de tanta popularidad. ‘Nuestro Begemot juega al ajedrez, desayuna sentado a la mesa, usa cucharilla al comer, se arregla el bigote y exige que le pongan una servilleta pero todo eso, lo siento mucho, sin la prensa - dice el guía -. Es protagonista de tantos programas de televisión y le agota tanto estar siempre en el centro de la atención que escapa al sótano cada vez que ve a más de dos personas. Acepta conceder entrevistas mas, para conseguir una, hay que tratarle de Usted, tal y como lo hizo Margarita en la novela'.
La idea de organizar excursiones nocturnas es algo que la Casa Bulgakov venía barajando desde hace tiempo, pues la novela invita a ello. En el pasado, mucha gente prefería llegar aquí precisamente en las horas de la noche y se quedaba bajo las ventanas mirando. Las nuevas excursiones tendrán una duración algo más larga que de día y harán hincapié en temas místicos y amorosos.
Para el lanzamiento de este proyecto se instaló en el museo una caja especial a fin de que los visitantes puedan hacer votos secretos y poner esas papeletas dentro. Antes, muchos dejaban sus notas con números telefónicos y textos tipo ‘Quiero hallar a mi Margarita' o ‘Me gustaría encontrarme con mi Maestro' en los lugares más inesperados: detrás de los cuadros, por debajo de los escaparates, en la entrada del edificio. Los empleados del museo dicen que esos votos se cumplen: en este último año tres parejas se han conocido aquí y se han casado.
