Andrey Illarionov, ex asesor del presidente de Rusia en cuestiones de economía, pasado medio año desde su dimisión ha expuesto sus valoraciones a la política económica que aplica el Estado.
Según él, la reunión en la cumbre del G8 presidida por Rusia podría resultar su triunfo, pero el país no se ha acercado a las metas planteadas. Actualmente estamos más lejos de los "siete" que antes, sostiene el economista. Los únicos logros alcanzados, según él, es el paso hacia la convertibilidad del rublo que se da y la liquidación de la deuda contraída ante el Club de París.
Lo de presentar la seguridad energética como el tema principal de la reunión del G8 no puede menos que extrañar, dice él. El Estado está fortaleciendo su presencia en todas las etapas de producción, transporte y realización de recursos energéticos, lo que lleva al surgimiento de un monopolio. Y es que el monopolio pervierte, afirma el ex asesor del presidente de Rusia.
En tal situación no se entiende dónde termina la empresa libre y comienza la política. Tal economía carece de perspectivas. Los países que siguieron este camino no han llegado a ser ni ricos ni fuertes, subraya Illarionov, aduciendo los ejemplos de Venezuela y Arabia Saudí. En opinión de él, Rusia está en este mismo camino.
En opinión de él, no es realista el planteamiento de Moscú de tener garantizada la demanda. Ello ya es una economía planificada, la que está defendiendo la OPEC, subrayó.