Moscú, 4 de julio, RIA Novosti. El amplio diálogo interconfesional, según Vladímir Putin, debería oponerse a las prédicas impostoras de ideólogos extremistas que explotan cínicamente los sentimientos religiosos, acuciantes problemas sociales, falta de educación religiosa, ánimos separatistas y nacionalismo. El presidente ruso se pronunció en este sentido al intervenir el lunes en la Cumbre Mundial de Líderes Religiosos que se está celebrando en Moscú.
La tolerancia es la base de la paz cívica y un importante factor del progreso social en la Rusia contemporánea, aseguró él, recordando que la relación entre el Estado y la Iglesia aquí se rige por los principios de libertad de conciencia, igualdad de todas las asociaciones religiosas ante la Ley y la no injerencia del Estado en los asuntos confesionales.
El dirigente ruso señaló la necesidad de promover a escala global un diálogo constructivo entre diversas religiones, tal y como se viene haciendo, según él, en el marco del Consejo Interconfesional de Rusia que agrupa a los representantes de la religión cristiana, musulmana, judía y budista.
Un hombre que ignora las bases de la cultura religiosa, especialmente, si es una persona joven, resulta vulnerable ante las peligrosas corrientes extremistas, y la degradación moral de una sociedad acondiciona, en grado considerable, la xenofobia y la discordia racial, destacó el presidente ruso. La educación espiritual, ética y humanitaria es una tarea común para el Estado y las asociaciones religiosas, añadió él.
Esta educación contribuye a formar en la sociedad un clima de tolerancia, condena la animadversión étnica y religiosa, considera inadmisible el ultraje de los sentimientos religiosos y la profanación de los santuarios. Según el líder ruso, tales medidas permiten prevenir los eventuales conflictos etnoreligiosos y superar otras plagas sociales en el mundo contemporáneo.
Las principales religiones mundiales se sustentan en los valores de carácter universal - el bien, la justicia, la paz y la misericordia - y es precisamente por ello por lo que la religión y la Iglesia son factores importantísimos de la integración social, recordó Putin.
Entre las nuevas amenazas que se plantean ante la humanidad, el mandatario ruso mencionó los intentos de provocar la división étnica y religiosa, en primer término, meter cuña entre los cristianos y la comunidad musulmana. ‘De hecho, al mundo se le impone un conflicto de civilizaciones y debemos darnos cuenta cabal de las consecuencias catastróficas que podría implicar tal confrontación' - observó Putin. Él manifestó la esperanza de que la Alianza de Civilizaciones - iniciativa formulada por España y Turquía - pueda transformarse en un mecanismo de cooperación eficiente entre el Islam y la religión cristiana.
Al final de su discurso, Putin prometió transmitir las ideas que salgan de este foro a otros líderes mundiales, quienes se darán cita dentro de algunos días en San Petersburgo, en la cumbre del Grupo de los Ocho.
