La Paz, 30 de junio. Los bolivianos entran hoy en un período de reflexión, 48 horas antes de elegir una Asamblea Constituyente, con el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) como favorito, en medio de denuncias de peligros desestabilizadores.
El proselitismo electoral quedó prohibido desde hoy, a tiempo de entrar en vigencia severas restricciones de orden público, como la prohibición de concentraciones y del porte de armas, a fin de crear condiciones de tranquilidad para la jornada comicial del domingo.
El veto propagandístico se extiende a las campañas por el Sí o por el No en un referendo simultáneo sobre autonomías departamentales (provinciales), consulta a la que se extiende la polarización gobierno-oposición que caracteriza la pugna por la asamblea.
La Corte Nacional Electoral (CNE) confirmó que están registrados para votar tres millones 720 mil ciudadanos, que sufragarán en 23 mil mesas electorales instaladas en unos tres mil recintos, principalmente escuelas.
El tribunal indicó que durante la jornada electoral las Fuerzas Armadas quedarán bajo su mando, al igual que la Policía, y los uniformados permanecerán en estado de alerta ante cualquier eventualidad y darán seguridad a los comicios.
El jefe de la Policía, general Isaac Pimentel, dijo haber detectado indicios de aprestos desestabilizadores de elementos armados, lo que es materia de investigaciones.
Denunció que elementos que portaban armas participaron en una concentración autonomista en la oriental ciudad de Santa Cruz, el miércoles último, lo cual consideró preocupante.
La última jornada de la campaña tuvo como acto más importante, anoche, la concentración final del MAS, encabezada por el presidente Evo Morales, quien pronosticó una victoria contundente de su organización, con al menos 70 por ciento de los votos.
Subrayó la importancia de ganar por amplio margen para consolidar y dar el marco jurídico necesario para los avances del proceso de cambios iniciado con su ascenso a la Presidencia, el 22 de enero pasado, y para aplicar otras reformas.
Morales reseñó los logros de su gobierno, principalmente la nacionalización de los hidrocarburos, que motivan un respaldo de 75 a 85 por ciento de la ciudadanía al jefe de Estado, según encuestas privadas recientemente publicadas.
Entre las medidas a adoptarse mediante la Constituyente, mencionó la recuperación estatal de todos los recursos naturales, para el desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida de los bolivianos y no para las transnacionales ni las oligarquías vendepatria.
Subrayó su convicción de que, por esa vía, se establecerá un nuevo régimen económico, sin explotadores, explotados, ni discriminados.
Sobre el referendo autonómico, reiteró que sus promotores pretenden beneficiar a unas pocas familias y rechazan que las autonomías lleguen a las regiones y los pueblos indígenas de todo el país.
Señaló que los grupos oligárquicos empresariales habituados a vivir del centralismo estatal, perdieron el poder por la victoria del MAS y ahora pretenden preservar sus privilegios con las autonomías departamentales.
Recordó que la Asamblea Constituyente establecerá las características de las autonomías en los departamentos que voten por ese régimen, pero adelantó que, definitivamente, no debe perpetuar los privilegios oligárquicos.
