Ambos mandatarios firmaron la víspera en esta capital una decena de cruciales acuerdos, en su afán de avanzar hacia la estratégica unidad sudamericana promovida por varios líderes de la región para atenuar la pobreza que sembró más de una década de neoliberalismo.
Entre los convenios suscritos sobresalió el que eleva en más de un 50 por ciento el precio del gas natural que Buenos Aires importa desde La Paz y establece un fuerte incremento del volumen del fluido a largo plazo.
Durante un multitudinario acto en la localidad bonaerense de Hurlingham, Morales agradeció la solidaridad mostrada por el gobierno argentino para aceptar un aumento en el valor de ese vital combustible.
El gobernante boliviano sostuvo que el alza en el costo del gas -subirá de 3,35 a cinco dólares por millón de BTU (Unidad Térmica Británica)- constituye un alivio para la economía de su nación, la más empobrecida de América Latina después de Haití.
Expresó su disposición a ampliar los volúmenes de venta del fluido a Argentina, que en la actualidad compra unos 7,7 millones de metros cúbicos diarios, y anticipó que seguirá negociando el importe de ese recurso con otros gobiernos.
En esa línea, el primer presidente indígena de Bolivia reivindicó la nacionalización de los hidrocarburos decretada en mayo último, al remarcar que sus compatriotas necesitan inversiones, pero no dueños ni patrones de sus riquezas.
Más del 70 por ciento de nuestra población es aborigen y tiene derecho a disfrutar de esos recursos naturales, sentenció Morales en su visita de pocas horas, primera de carácter oficial que realizó a Buenos Aires tras asumir la presidencia en enero pasado.
Destacó la colaboración de su par argentino para solucionar los problemas de Bolivia y aludió, además, a la ayuda recibida por parte de Venezuela y Cuba en diversos terrenos.
De manera particular agradeció a su homólogo sudamericano la perseverante búsqueda de vías para normalizar la situación migratoria de los bolivianos residentes en este país, estimados en unos dos millones.
Los pueblos indígenas son honestos y trabajadores, enfatizó Morales, quien dio las gracias a Kirchner por su sensibilidad humana para acabar con la esclavitud a la que son sometidos muchos de sus compatriotas por empresarios inescrupulosos.
A su turno, el jefe de Estado argentino distinguió la grandeza y generosidad del diálogo mantenido con su invitado, y aseveró que los acuerdos firmados entre las partes contribuirán al crecimiento económico de ambos pueblos.
Indicó que los tratados garantizarán la ecuación energética de la región y representan un paso trascendental para la construcción del Gasoducto del Nordeste Argentino y del Gran Gasoducto del Sur.
Luego de calificar de amigo y hermano a su par andino, Kirchner aseguró que Bolivia, de la mano de Evo Morales, recupera su dignidad y va camino a ubicarse en el lugar que debe ocupar en esta región del planeta.
Queremos la América Latina de San Martín, Bolívar y Sucre, la de todos los próceres y militantes populares que dieron su vida para construir la Nación Latinoamericana que nos merecemos, sentenció el mandatario argentino en emotivo discurso.
Al acuerdo energético se sumaron, además, otros convenios en materia agropecuaria, cooperación y asistencia laboral, infraestructura fronteriza y de control migratorio.
