Pekín, 29 de junio, RIA Novosti. Los investigadores chinos han llegado a la conclusión de que había por lo menos un europeo participando, hace 22 siglos, en la construcción del Mausoleo de Qinshihuang, primer emperador de China.
Tras someter a las pruebas ADN una serie de huesos, pertenecientes a los obreros que habían tomado parte en la obra, los científicos concluyeron que entre esas muestras están los restos de un hombre de origen europeo, muerto a una edad de 20 años y algo, probablemente, uno de los prisioneros enviados a la construcción del mausoleo, escribe el periódico China Daily.
El descubrimiento demuestra que China había tenido estrechos contactos con naciones occidentales mucho antes de lo que se pensaba hasta ahora.