TeleSUR / 25/06/2006
Amparo Amaya Alarcón, es una lustrabota y poeta colombiana, de 58 años de edad que desde los ocho años limpia zapatos para ganarse la vida, conocida por su oficio como "el alma de la calle".
Amparo, expresa que en su recorrido matutino lleva de la mano "el trabajo de lustrar zapatos" y "el oficio de escribir", donde sus esquinas y calles colombianas le brindan la oportunidad de conocer la ciudad a través de sus personajes.
De esa manera Amparito como la llaman cariñosamente crea a través de sus experiencias la poesía que le ha dado una identidad.
Esta gran poeta, sólo tuvo la oportunidad de estudiar hasta quinto grado, desde entonces la calle fue para ella su escuela, su casa y su musa.
Lleva más de quince años en su "trabajo" junto a su "oficio" al que tiene bien definido, "ilustre es meterle poesía cuento novela aforismo dibujos a los papeles, y lustrar es limpiar zapatos dejarlos bonitos brillantes para que la gente se sienta bien", expresó,
En estos momentos, Amparo espera que los derechos de autor de su último libro "Ciento once poesías para no morirse" actualmente en manos del Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá , pasen algún día a sus manos para poder continuar escribiendo de la ciudad desde la tranquilidad del hogar y conseguir así que la calle no pierda su alma.
"Las calles son unos espacios donde nadie los respetamos, sino fuera por las calles no existirían las casas porque las calles protegen las casas" Amparo Amaya Alarcón.
