Moscú, 26 de junio, RIA Novosti. El presidente Vladímir Putin ha aprobado un paquete de documentos que contempla el traslado voluntario de los rusos étnicos hacia la patria histórica, una de las medidas previstas para mejorar la desastrosa situación demográfica de Rusia.
Los rusos étnicos u otros rusohablantes que residen en diversos países de la ex URSS son inmigrantes capaces de integrarse en la sociedad rusa más rápido que nadie: hablan ruso, han sido educados en las tradiciones de la cultura rusa y no quieren perder el vínculo con la Madre Patria.
El programa proclama como objetivo ‘lograr una sinergia entre el potencial de los compatriotas residentes en el extranjero y las necesidades del desarrollo que tienen las regiones rusas'.
Calculado para el período de 2006-2012, el programa se llevará a cabo por etapas. La primera fase, que deberá completarse este año, contempla la redacción de normativas necesarias, creación de mecanismos de control, coordinación de proyectos regionales en esta materia y campaña de información. En una segunda etapa, de 2007-2008, se procederá al traslado de los voluntarios y miembros de las respectivas familiar a Rusia. Finalmente, en 2009-2012, se van a lanzar programas de realojamiento regionales y se intentará evaluar su rendimiento.
En la actualidad, los flujos migratorios en Rusia tienen un carácter caótico, no toman en cuenta las infraestructuras existentes, por lo cual contribuyen a acentuar el desequilibrio entre los mercados regionales de la mano de obra, general crecientes tensión social y allanan el terreno para las xenofobia y la intolerancia étnica.
La solución consiste en que los futuros inmigrantes elijan de forma consciente el lugar de su futura residencia y trabajo a partir de la situación económica y social existente en cada región determinada, consta en el programa.
El Gobierno ruso se encargará de financiar el traslado de esas personas a su nuevo destino, les ofrecerá ayuda económica para que puedan instalarse, así como un paquete de servicios sociales, médicos y educacionales en función de la región adonde vayan.
El programa separa las futuras zonas de inmigración en tres categorías: la más importante, donde el inmigrante podrá disfrutar del máximo paquete de incentivos, incluido un subsidio monetario por un plazo de hasta seis meses, son las regiones fronterizas de importancia estratégica y con tendencia al decrecimiento demográfico. La segunda categoría agrupa a los territorios en que se van implementando grandes proyectos de inversión que requieren de la mano de obra adicional. Trasladándose a estas zonas, una persona podrá optar prácticamente a los mismos beneficios, salvo el subsidio monetario. La categoría C son las regiones con problemas de carácter demográfico pero con un estable desarrollo económico y social. Allí no se van a pagar subsidios monetarios ni se cubrirán los gastos de instalación.
