TeleSUR / 22/06/2006
El Congreso de Perú aprobó el ingreso a ese país de más de un millar de militares estadounidenses, que realizarán labores humanitarias con efectivos de esa nación andina en Lambayeque, región situada al norte de Lima.
La decisión aprobada por los congresistas, se produjo después de una solicitud del presidente de Perú, Alejando Toledo, que entregará el poder el próximo 28 de julio.
La medida ha generado diversas reacciones en el país, incluso el congresista del Partido Aprista, Javier Velásquez, considera que las instituciones titulares del Estado peruano, tendrán que cuidar que los efectivos vengan a cumplir la función social y no ejercicios de carácter militar.
Por su parte, voceros de la oposición peruana aseguraron que la presencia de militares estadounidenses atenta "contra la soberanía nacional".
"Es una forma de la denominada acción cívico - militar de Estados Unidos, que busca ganar presencia en Perú, y así lograr establecer una base de entrenamiento militar en las zonas de selva húmeda" dijo el congresista del progresista Unión Parlamentaria Descentralista, Javier Díaz Canseco.
Para el analista militar, Eleazar Gutarra Maravi, la presencia de las tropas de Estados Unidos, tiene un significado imperial.
"Estados Unidos no ayuda a nadie y la acción cívica es un camuflaje para que la gente diga, por ejemplo, que ellos hicieron una carretera", señaló.
Voceros del Gobierno peruano anunciaron que el personal militar estadounidense permanecerá en el país desde el 10 de julio hasta el 20 de octubre para realizar cumplir con la misión.
El canciller peruanos, Oscar Martúa, explicó que los militares darán apoyo médico y logístico, a su vez que determinó que la presencia de los camuflados dejará grandes beneficios para Lambayeque.
