Kuala Lumpur, 23 de junio, RIA Novosti. La boda entre Kuok Hui Guang, de 28 años, la novia más envidiable del Sudeste Asiático, y Wu Ji Lin, de 27 años, nieto del ‘rey del fideo' de Hong Kong, habría pasado quizás casi desapercibida - tal y como pretendían los novios y sus respectivas familias - si no fuera por un detalle que acabó acaparando hacia ellos la atención de todo Singapur.
El novio, quien ostenta títulos universitarios de Stanford y Princeton y es heredero de una fortuna multimillonaria, no quiso usar el extenso parque de limusinas de lujo que habrían hecho competencia a las colecciones más famosas del mundo. Prefirió llegar de incógnito a la ceremonia nupcial, en un vagón común y corriente del Metro.
Su elegida, Kuok Guang, graduada en Harvard, creyó innecesaria esa muestra de modestia y humildad optando por un vehículo más convencional para desplazarse al lugar de la boda, que se celebró en uno de los hoteles más suntuosos de Singapur. Ella escogió una de las mejores limusinas de su padre, Robert Kuok, propietario de una cadena de hostelería, medios impresos y electrónicos, así como varias empresas mineras. Su fortuna, estimada en US$5.300 millones, es reconocida por segundo año consecutivo como la más grande de la región.
