Moscú, 20 de junio, RIA Novosti. Vladímir Putin sugiere desarrollar una serie de incentivos económicos para movilizar la participación de empresarios rusos en el proceso de la modernización tecnológica del país y, de esta manera, propiciar la creación de un entorno que genere nuevos conocimientos y tecnologías.
El porcentaje de empresas rusas implicadas en trabajos de investigación y desarrollo no supera, en la actualidad, el 6% mientras que en los países de la UE, EE.UU., Japón y China ya se aproxima al 60%, constató el presidente al intervenir en una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia.
El parque ruso de equipos industriales tiene, según Putin, un promedio de edad superior a los 20 años, y la cuota de Rusia en el negocio global de bienes tecnológicos oscila entre el 0,3% y el 0,8%, o sea, es 15 ó 20 veces inferior a la de China.
‘Todavía hacemos poco para superar ese atraso tecnológico' - dijo el presidente.
En primer lugar, Putin cree necesario aprovechar las ventajas competitivas del país: su industria aeroespacial, sector energético y de comunicaciones, así como las posiciones de vanguardia que Rusia mantiene en algunas asignaturas científicas, tales como estudio de materiales, física, química, tecnologías nucleares o metalurgia.
‘Desde principios o mediados de la década del 90 y prácticamente hasta la fecha nos hemos ocupábamos principalmente de la sobrevivencia y tapábamos las brechas existentes pero ahora tenemos todas las oportunidades para mirar hacia el futuro y formular una estrategia del desarrollo nacional en todas las direcciones críticas ‘ - observó el mandatario ruso.
Putin recomienda al Gobierno trazar ‘medidas concretas, realistas y radicales' para implementar tres objetivos clave que él proclamó en el reciente informe sobre el estado de la nación: modernización tecnológica de la economía, mejora de la situación demográfica y consolidación de la seguridad nacional. Son tareas relacionadas y que requieren de una solución coherente, puntualizó el líder ruso.
Entre otras cosas, el presidente pidió al Gobierno ruso precisar en el tercer trimestre de 2006 el listado de tecnologías militares, básicas y críticas, e incluir en la clasificación de gastos públicos un nuevo renglón, dedicado a la modernización de las fuerzas armadas.
Aprovechando el potencial existente, Rusia podría elevar entre diez y quince asignaturas de producción tecnológica hasta el nivel internacional.
