Buenos Aires, 17 de junio. Los cancilleres de los cuatro países fundacionales del Mercosur formalizaron ayer el ingreso de Venezuela como socio pleno al pacto comercial sudamericano, informan medios latinoa,ericanos. La decisión será ratificada por los presidentes Néstor Kirchner (Argentina), Luiz Lula da Silva (Brasil), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay) y Tabaré Vázquez (Uruguay) durante la cumbre que compartirán el mes próximo con Hugo Chávez.
Con la entrada de Venezuela, el Mercosur representa el 75% del Producto Bruto Interno (PBI) latinoamericano. El entendimiento, asimismo, sienta un importante precedente como para que otros países se incorporen al bloque regional.
Como primera resolución práctica, la firma de los protocolos contempla la atención sobre los desequilibrios comerciales que sufren los socios menores --el Uruguay y el Paraguay--. Todos los ministros se encargaron de reconocer la existencia de asimetrías, pero también resaltaron el compromiso de buscar las fórmulas de compensación.
La medida tendrá inmediata aplicación con la desgravación venezolana de los productos provenientes de esas dos naciones. La Argentina y el Brasil recibirán el mismo beneficio, pero escalonadamente y con plazos que llegan a 2018.
El ingreso de Caracas fue anunciado por los cancilleres Jorge Taiana (Argentina), Celso Amorim (Brasil), Leila Rachid (Paraguay) y Alí Rodríguez (Venezuela). Reynaldo Gargano (Uruguay) no pudo hacerlo porque se retiró minutos antes para no perder su vuelo a Montevideo.
"Es un hecho trascendente y da un `mentís' a la versión de desmembramiento del bloque. Esta integración significa el fortalecimiento del Mercosur", afirmó Taiana, en conferencia de prensa.
El Mercosur, ahora, se extenderá desde Tierra del Fuego hasta el mar Caribe.
"La adhesión de Venezuela potenciará el mercado interno sudamericano y su complementariedad; este es un mercado no de competencia sino de complementación, donde nadie busca desplazar a nadie", se sumó Rodríguez.
Con esa perspectiva, el canciller de Hugo Chávez confió en que el mercado común tendrá un crecimiento exponencial en base a las fortalezas de cada economía, y facilitará una mejor integración con los Estados Unidos y las demás alianzas comerciales.
Ante las versiones sobre disensiones internas que llevarían a los socios menores a explorar arreglos comerciales bilaterales por fuera del bloque, Rachid fue explícita: "Ningún país pidió autorización para iniciar negociaciones".
La reunión se extendió desde las 13.30 hasta las 19.30 y Gargano fracasó en regionalizar el conflicto por la construcción de dos papeleras en la localidad uruguaya de Fray Bentos. El funcionario apenas si pudo intercalar un breve informe sobre los presuntos daños económicos que habrían implicado los cortes de ruta internacionales en Entre Ríos.
"El aspecto es una cuestión bilateral. El Brasil sigue la cuestión con expectativa y desea que se halle una solución,... que hablen porque involucra a parte de la familia regional", señaló Amorim.
Igualmente, remarcó que su gobierno no realiza intento de mediación alguno y recordó que el diferendo argentino-uruguayo se halla en una etapa judicial internacional.
Consultado por la prensa, Gargano se limitó a expresar frases en tono positivo. "No hubo respuesta argentina a nuestro planteo, pero vamos a buscar la solución", consignó e insistió en el interés uruguayo de que el conflicto se dirima en un tribunal arbitral regional, a la par del de La Haya. Amorim dijo que potencialmente el tema podría alcanzar una dimensión mercosuriana sólo si son afectadas las cuestiones comerciales de toda la región.
