El grupo canadiense Magna proyecta invertir $50 millones en la construcción de una planta en San Petersburgo, donde ya montan sus plantas Toyota y General Motors. Los expertos advierten que las compañías que se proponen producir en Rusia cajas de cambio de velocidades y elementos del interior y de la carrocería, necesitarán aumentar las inversiones si quieren evitar pérdidas.
Magna International suministra partes para ensamblar automóviles Ford, Toyota, Honda, Volkswagen, Porsche, GM, DymlerChrysler, Mitsubishi, Hyundai, Great Wall y otros. Sus beneficios en 2005 habían totalizado $639 millones.
Con todo, los productores de partes para autos no se apresuran a montar producción propia en Rusia. El año pasado, la corporación norteamericana Johnson Controls había puesto en marcha en San Petersburgo una pequeña línea de producción de asientos para la planta de Ford en Vsevolozhsk. Los sistemas de escape, Ford los compra en la planta que había inaugurado la compañía Tenneco en la Ciudad Togliatti, en 2003.
El presidente de la Asociación Nacional de Productores de Automóviles, Igor Korovkin, comenta que Magna es un fabricante universal de piezas y partes y puede satisfacer la demanda de todos los productores extranjeros que empiezan a trabajar en el mercado ruso.
En su opinión, por $50 millones se puede montar una empresa que produciría anualmente hasta 100 mil cajas de cambio de velocidades. La construcción ocuparía unos dos años, pero el negocio reportaría ganancia sólo después que la producción alcanzaría 250 ó 300 mil cajas anuales.
Yelena Sajnova, analista de UFG, asegura que para Magna no será difícil encontrar compradores incluso para una cantidad mayor de cajas de cambio de velocidades. Indicó que hacia 2009, en Rusia deberán ser ensamblados unos 520 mil automóviles de marcas extranjeras, y es entonces cuando Magna podría obtener notables beneficios.
