Rusia ha conseguido aventajar a Ucrania en las negociaciones sobre la compra del gas turkmeno. El presidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, podría firmar ya los próximos días el respectivo contrato con el consorcio ruso Gasprom para suministrarle gas natural en el segundo semestre de 2006.
Se trata de 20 mil millones de metros cúbicos de gas. Una fuente vinculada a las negociaciones afirma que Niyazov ya no quiere esperar más hasta que la compañía "Naftogas Ukraini" termine de pagar la deuda ($63 millones) y decidió vender el gas que queda a un cliente solvente, en este caso a Gasexport, una empresa subsidiaria de Gasprom.
La fuente explicó que el presidente turkmeno ha propuesto a Gasprom concluir un contrato aparte para el período de entre 2006 y 2008, y que serían 50 mil millones de metros cúbicos de gas vendidos a un precio fijo. Entonces, en el marco de ese contrato se concertaría otro para suministrar 20 mil millones de metros cúbicos en el segundo semestre de 2006.
A finales de 2005, Turkmenia vendía su gas a 80 dólares por mil metros cúbicos. Pero Gasexport regateó y compró 30 mil millones de metros cúbicos por 65 dólares. La fuente citada duda que el nuevo contrato quede suscrito en las condiciones que intenta imponer la parte turkmena: las capacidades del gasoducto Asia Central-Centro en el territorio de Uzbekistán son limitadas y las compras del gas turkmeno podrían ser aumentadas apenas hasta 41 ó 42 mil millones de metros cúbicos de gas. O sea, Rusia puede comprar adicionalmente no más de 11 ó 12 mil millones de metros cúbicos.
Valeri Nesterov, analista de Troika-Dialog, comenta que los hechos acaecidos en los últimos años permiten al líder turkmeno sentirse más seguro durante las conversaciones con Gasprom. Turkmenia tiene firmado un acuerdo marco con China sobre suministro de gas a ese país, y también cuenta con inversores potenciales que financiarían la extracción y el transporte del gas.
Pero incluso si Turkmenia se niega a bajar los precios del gas que vende a Gasprom, sería de todos modos un trato ventajoso para el monopolio ruso porque podrá imponer sus condiciones a Ucrania, dijo Nesterov.
