Bishkek, 6 de junio, RIA Novosti. El transporte público en la capital kirguiza se vio el martes prácticamente paralizado por una huelga de los conductores de minibuses colectivos, quienes demandan del Gobierno subir más de dos veces las tarifas por este servicio, al que hoy corresponde un 90% del tráfico de pasajeros en Bishkek, o reducir los precios del óleo diésel que en Kirguizistán se vende más caro que otras marcas de gasolina.
Varias decenas de conductores se congregaron esta mañana en la plaza mayor de Bishkek, mientras que otros colegas suyos permanecen de huelga en las paradas terminales de los minibuses.
Los huelguistas, según algunos testimonios, rompen las ventanas de aquellos vehículos que intentan realizar el servicio a pesar de la protesta.