Según expresó el portavoz de la cancillería rusa, Mijaíl Kamynin, la integridad territorial de Georgia se hará realidad sólo a raíz de las negociaciones con Osetia del Sur cuya postura se basa en el derecho a la autodeterminación, principio no menos reconocido por la comunidad mundial.
La inclusión de Osetia del Sur en Rusia significaría una guerra con Georgia y confrontación con la comunidad mundial. De ahí, es difícil que llegue a producirse. Pero la amenaza de reconocer la independencia de Osetia del Sur sigue siendo uno de los más eficaces instrumentos de presión sobre las autoridades de Tbilisi. Pero de todas formas ya se sentó un precedente: la República Turca de Chipre del Norte cuya independencia es reconocida sólo por Turquía.
Se podría explicar una insinuación tan clara del diplomático ruso con la intención de Moscú de dar una solución definitiva al problema de Osetia del Sur. Vladimir Zharijin, subdirector del Instituto de los países de la CEI, dijo: “Existen dos principios: de integridad territorial y de autodeterminación de los pueblos. Ambos son reconocidos por la ONU, aunque el uno excluye al otro. Todos los conflictos interétnicos de los últimos tiempos se resolvían tomando por punto de referencia el segundo principio, y la cancillería también lo asumió a nivel de conciencia”.
El problema no estriba única y exclusivamente a la secesionista Osetia del Sur. No hace mucho, en Kiev, los máximos representantes de Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia transformaron el grupo GUAM en organización internacional permanente, lo que provocó el descontento de Moscú. Uno de los objetivos proclamados de GUAM es la aplicación de una política coordinada en relación con las repúblicas rebeldes. Y estos problemas no tardaron en agravarse en los cuatro países arriba citados. Valga como ejemplo más elocuente las masivas manifestaciones de protesta contra la visita de militares norteamericanos a Crimea. Cabe señalar que las mismas estaban apuntadas también contra las autoridades de Kiev. También puede complicarse la situación en torno a Transnistria cuyo presidente se propone convocar consulta pública sobre el estatus de esta república. Azerbaiyán afronta el problema pendiente de Alto Karabaj. Hay una cosa que es evidente. Los líderes de GUAM que optaron por una orientación expresamente prooccidental, deberían pensar mucho más antes de emprender acciones antirrusas.
