Moscú, 2 de junio, RIA Novosti. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, recibió ayer en su residencia de Novo-Ogarevo al famoso escritor brasileño Paulo Coelho.
Pese a las grandes distancias que separan a Rusia y Brasil, en las almas de nuestros pueblos hay algo afín, dijo Putin, saludando al escritor, que acaba de realizar un viaje de 17 días de duración por Rusia, la que recorrió desde Moscú hasta el Lejano Oriente por el Ferrocarril Transsiberiano.
El gran periplo de Coelho comenzó con la visita a Ucrania y su capital Kiev. En tres meses que va a durar su peregrinaje, el escritor va a visitar también Italia, Bulgaria, Alemania y Túnez.
Coelho le habló a Putin de sus impresiones del lago Baikal, donde él se bañó, a pesar de que hacía frío, la temperatura del agua era de 4 grados sobre cero. “Sentí que tenía que hacerlo. Y cuando lo hice, me dio la impresión de sumergirme en el corazón mismo de Rusia”, dijo el escritor.
A lo cual el presidente replicó: No todos los rusos se atreven a hacerlo. Baikal no es Copacabana, pero también es un lugar muy bello.
- ¿Le gustó Brasil?, le preguntó Coelho.
- Vimos poco durante nuestra visita, pero los lugares donde estuvimos me parecieron muy bellos, contestó Putin.
- A mí me asombró el interés del pueblo ruso por la literatura, dijo el escritor.
- Me asombro por el asombro que expresa usted. La afición por la literatura es un rasgo distintivo del pueblo ruso, y nos enorgullecemos de ello, replicó el presidente.
- Vi un país fuerte y optimista, dijo Coelho, luego de lo cual le contó varios episodios de su viaje por Rusia.
- Me ha sido muy grato recibir a uno de los mejores diplomáticos del pueblo brasileño, manifestó Putin al final, expresando la esperanza de que ésta no sea la última visita de Paulo Coelho a Rusia.
- Quiero expresarle a usted mi sincero agradecimiento por la acogida que me fue dispensada y por el calor con que se reciben mis libros en Rusia, señaló a su vez el escritor.
