El balneario uruguayo Punta del Este es conocido en el mundo por sus hermosas playas, por ser un lugar de veraneo de lujo y, también, porque allí se hacen y deshacen millonarios negocios inmobiliarios de especulación financiera, que evaden al fisco o directamente están montados para lavar dinero.
El edificio está ubicado en la rambla Lorenzo Batlle, frente al océano Atlántico en la Parada 9 y media de la Playa Brava. Tiene 156 condominios, 25 pisos y cuatro subsuelos para amenities que obligaron a excavar 5.000 metros cúbicos en suelo rocoso. El lujoso edificio cuenta con una cancha techada de tenis, varias albercas y un helipuerto en la azotea.
"Es increíble", dijo el hijo de Donald Trump, Eric, a los reporteros locales en enero, cuando viajó a Punta del Este para supervisar el proyecto. "Tenemos el mejor edificio que haya en todo Punta del Este y en toda América del Sur".
Sin embargo, el rascacielos cilíndrico se está convirtiendo en la más reciente "debacle" de la extensa cartera de propiedades de la Organización Trump, publicaron en el NYT.
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YY Development Group es la empresa encargada de explotar la torre residencial esteña bajo un sistema similar al de las licencias hoteleras. A cambio de su marca, Trump recibe un pago inicial y una comisión sobre el precio de venta por metro cuadrado.
Además, la agencia inmobiliaria con sede en Miami que está a cargo de la venta de los condominios demandó al desarrollador local de Trump. Algunos compradores ahora están buscando vender sus unidades, lo cual posiblemente haría que los precios bajen justo cuando el proyecto necesita captar efectivo mediante la venta de nuevas unidades. La torre está deshabitada actualmente.
EL NYT consultó al director del sindicato que representa al equipo de construcción, Richard Sampayo, quien dijo que no se terminaría de construir la torre para la fecha contemplada, a finales de 2020. Al ritmo actual, calcula que se necesitarían otros cuatro años, momento en el cual se cumpliría casi una década desde que arrancó el proyecto.
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Los problemas de la torre en Uruguay "son un microcosmos de los retos que enfrenta la empresa del presidente estadounidense" a medida que se juega su futuro en proyectos fuera de EEUU, escribieron los reporteros de NYT.
Argentina y EEUU, una relación cercana
En el artículo del NYT también se menciona el vínculo entre Nicolás Dujovne, ministro argentino de Hacienda del Gobierno de Mauricio Macri, y el presidente estadounidense.
Dujovne fue una figura clave en la fase inicial del acuerdo para Punta del Este. El arquitecto Berardo Dujovne, padre del ministro, es uno de los creadores de Dujovne-Hirsch & Asociados, la constructora que levantó la Trump Tower en el balneario uruguayo.
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Además, el ministro está casado con Carolina Yellati, hermana del arquitecto y desarrollador inmobiliario Moisés Yellati, uno de los socios argentinos de Trump en el proyecto de la torre esteña.
Cuando Dujovne asumió como ministro, en conferencia de prensa se le preguntó sobre el trabajo de su padre en el proyecto de Trump, pero no dio detalles sobre su participación. "Mi relación ocurrió ya muchos años, cuando todavía el actual presidente [de EEUU] no había iniciado su carrera política", declaró en ese entonces. "Hace muchísimos años que no tengo contacto".
Un portavoz del ministro argentino comentó al NYT que Dujovne "tiene inversiones en el sector privado, algunas de ellas en Uruguay. Todas esas inversiones fueron realizadas antes de su ingreso a la gestión pública y han sido declaradas ante la AFIP y la Oficina Anticorrupción", en referencia a las autoridades hacendaria y de transparencia argentinas.
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A su vez, cabe señalar que el ministro de Macri fue el principal negociador de su país con el Fondo Monetario Internacional. En 2018 viajó a Washington y obtuvo un préstamo de 57.000 millones de dólares del FMI, el más grande en la historia del fondo; aunque no hay ningún indicio de que haya recibido el rescate por favoritismo, aclaró el NYT.