"Más de 2.000 pruebas nucleares se han llevado a cabo en las últimas siete décadas; desde el Pacífico Sur hasta América del Norte, desde Asia central al Norte de África, estas han dañado a las personas más vulnerables y a los ecosistemas más prístinos", dijo en un comunicado el secretario general de la ONU, António Guterres.
El alto funcionario añadió que "para asegurarnos de que ningún Estado lleve a cabo otra prueba, es esencial que el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares entre en efecto".
El Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares fue aprobado por la Asamblea General de la ONU en 1996, pero hasta la fecha no ha entrado en vigor al no ser ratificado o suscrito por una serie de países, entre ellos EEUU y Corea del Norte.
Todos los países europeos, incluidas las tres potencias nucleares del continente –Rusia, Francia y el Reino Unido– lo ratificaron.
