El 10 de agosto, las fuerzas turcas detuvieron a un miembro de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en varios países, incluida Rusia), un tal Renat Bakiev, sospechoso de preparar un ataque contra un avión militar de EEUU en la base aérea de Incirlik en Turquía.
"Derribar un avión con un dron, teniendo en cuenta que este terrorista no pudo tener acceso a un dron de combate, es casi imposible, es lo mismo que tratar de derribarlo con un palo", dijo.
Al mismo tiempo, subrayó que los servicios secretos turcos no habrían detenido a Bakiev de no existir pruebas sólidas en su contra.
"No creo que las acusaciones de los servicios especiales turcos sean infundadas (…) Creo que este atacante fue un loco, como ocurre con frecuencia en las organizaciones extremistas, o tenía también otros planes que aún no se dan a conocer", concluyó.
De acuerdo con el diario Sabah, el detenido también planeaba atentar contra un área concurrida de la base y una casa de oración alevi (una de las corrientes del Islam).
Lea más: ¿Tiene EEUU una alternativa a la base aérea turca de Incirlik?
Señala que Bakiev había sido deportado de Turquía después de intentar cruzar ilegalmente la frontera con Siria, sin embargo logró volver a entrar en el país.