"Examinamos la experiencia de Rusia en las acciones militares en Siria, intercambiamos la experiencia con los especialistas", dijo en una entrevista con RIA Novosti.
Hasanov agregó que intercambió opiniones varias veces con su homólogo ruso, Serguéi Shoigú.
"Los militares del mundo tienen una práctica de examinar los últimos conflictos bélicos que tuvieron éxito o, al revés, fracasaron o evidenciaron algunos problemas", explicó.
En septiembre de 2015, Rusia inició una ofensiva aérea en Siria a petición de Asad, para detener la expansión de los grupos terroristas como Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra (también conocido como Fatah al Sham), proscritos en numerosos países, incluida Rusia).
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Medio año después retiró el grueso de sus fuerzas al dar por cumplida su misión, aunque mantuvo su presencia militar en la base aérea de Hmeymim y en el puerto de Tartus.
Rusia realizó otro repliegue militar a principios de 2017.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según datos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.