El principal temor del defensor es que "en el momento en que (Assange) dé su primer paso hacia la libertad", no hay "certeza de que no exista una orden de extradición hacia Estados Unidos", expresó.
Para el jurista, la situación del ciberactivista no concluye en Suecia o Reino Unido, sino que depende de lo que haga EEUU.
"Idependientemente del Gobierno, sea (el expresidente Barack) Obama o (el actual presidente Donald) Trump, hay una política gubernamental de tener como objetivo a Julian Assange por las revelaciones realizadas", dijo Poveda.
El jurista consideró que las condiciones en las que vive Assange son peores a estar en la cárcel porque "incluso su gato tiene más libertad" que él.
Además, el abogado denunció que en noviembre pasado, cuando fue interrogado por la justicia sueca en la embajada de Ecuador en Londres, donde el ciberactivista está recluido desde junio de 2012, la fiscalía de ese país "quería aprovechar el interrogatorio para formular cargos".
"Intentaron sorprendernos al interior de la embajada, jamás nos indicaron que iban a formular cargos y tuvimos que actuar rápidamente (…) hasta ahora tengo esa formulación de cargos de los suecos, ni siquiera la he leído", comentó el abogado.
En ese sentido, reclamó la actuación de Reino Unido por no respetar el asilo de su cliente incluso cuando "no existe una orden de aprehensión, (porque) los cargos están prescritos".
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— willian mejia (@willianmejia1) 19 de junio de 2017
Para Poveda sería "lamentable" que una resolución final tome más tiempo aún ya que "la salud de Julian se va deteriorando".
El otro abogado de Julian Assange, el exjuez Baltasar Garzón, asegura que Reino Unido no ha explicado todavía los asuntos pendientes que su defendido mantendría en ese país, a pesar de las repetidas solicitudes que han hecho los abogados y el Gobierno de Ecuador, que en 2012 extendió un asilo político al fundador de WikiLeaks en su embajada de Londres.
"Durante cinco años no ha habido ninguna comunicación de las autoridades británicas de que había algo pendiente en Gran Bretaña contra él", señaló Garzón en una rueda de prensa en el marco de unas jornadas de reflexión que se realizan en Quito con motivo de los cinco años de asilo del ciberactivista australiano.
Para Garzón existe una clara intención de que Assange sea extraditado a Estados Unidos aunque todavía no hay una orden de detención en su contra, pero este objetivo se confirmaría con lo dicho semanas atrás por el fiscal de ese país, Jeff Sessions.
El funcionario estadounidense afirmó que la investigación y detención del ciberactivista "como enemigo de Estados Unidos era prioritaria", lo que va "acorde con la posición de silencio total de las autoridades británicas", añadió Garzón.
Se puede suponer, continuó el abogado, que existe una orden de extradición "pero no lo sabemos" porque "si eso se hiciera, inmediatamente comienza el tiempo de extradición".
"Mientras no se notifique estamos en ese limbo, lo que justificaría la inactividad de las autoridades londinenses", sostuvo.
Sin embargo, Garzón añadió que a pesar de que no existe un documento en firme sobre la detención, sí conocen que Estados Unidos mantiene un proceso abierto contra su defendido por "espionaje, piratería informática, etc." pues hay una serie de cargos que por primera vez se sabe que se están investigando, añadió.
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La defensa de Julian Assange, asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012, continuará apelando a instancias internacionales hasta lograr que el ciberactivista quede en libertad luego de que en mayo pasado prescribieran los procesos que pesaban en su contra en Suecia.
"Vamos a acudir al Comité contra la Tortura de la ONU y apoyaremos la opinión consultiva que el estado de Ecuador presentó en agosto de 2016 ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos", señaló Garzón.
Garzón espera que el fallo de la Corte IDH sobre el alcance del asilo dé la razón a su cliente, pues una decisión de esa instancia "afecta a todo el sistema interamericano y constituye una fuente de derecho a tener en cuenta por otros tribunales internacionales".
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Asimismo, confía en que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos responda a un pedido del Gobierno de Ecuador para que emita un "pronunciamiento expreso" acerca del caso.
"Estamos en una situación paradójica, todas las resoluciones internacionales son favorables" a Assange, manifestó el abogado español, al tiempo de recordar que al momento existe "una confrontación entre el derecho de asilo y la reclamación judicial", pues preocupa una posible orden de extradición hacia Estados Unidos contra Assange que "puede acabar en tragedia".
Por ello, Garzón defiende el hecho de que "el asilo y la acción de la justicia" pueden "compatibilizarse" porque las autoridades y los países involucrados saben dónde se encuentra Assange, "no es que está en una cueva", pero "el asilo le da una seguridad política", añadió.
El pasado 19 de mayo, Suecia anunció el archivo de la investigación a Assange por violación, sin embargo Londres lo mantiene vigilado y se desconoce si en ese país se procesa una solicitud de extradición de Estados Unidos.
Assange fue detenido en Londres en diciembre de 2010 a petición de Suecia, que exigió su extradición para juzgarlo por presuntos delitos sexuales.
Tras ser liberado bajo fianza y agotar todos los recursos para evitar la extradición, pidió asilo en la Embajada de Ecuador el 19 de junio de 2012.
