"El espacio de la información se ha convertido en un nuevo teatro de la guerra", dijo en la Conferencia de Seguridad de Moscú al agregar que actualmente este "campo de batalla" figura en los documentos de la OTAN.
Las tecnologías de la información podrían utilizarse para desatar conflictos internacionales, advirtió.
"Las tecnologías de la información podrían convertirse en un detonador para incluso desencadenar un conflicto militar a nivel internacional", dijo.
Dilevski señaló que estas tecnologías se utilizan en las "revoluciones de colores", es decir, el recurso a organizar protestas para cambiar el Gobierno de un país.
Actualmente —prosiguió el general— ningún país cuenta con protección respecto a este tipo de armas cibernéticas elaboradas por diversos países.
Además, recordó que más de 120 países desarrollan las "armas informáticas".
"Los Ejércitos de casi todos los Estados del mundo tienen las estructuras designadas para las acciones en la esfera informática", mencionó.
A principios de marzo pasado el comandante adjunto de las fuerzas de la Alianza Atlántica en Europa, general británico Adrian Bradshaw, propuso considerar las noticias falsas, los ciberataques y la presión política contra alguno de los países miembros de la OTAN como actos de agresión contra toda la Alianza.
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Según Bradshaw, citado por el diario Times, tales acciones pueden convertirse en un motivo para activar el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que dice que "las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas".