"Trump ha cedido ante la enorme presión de las élites contra las que prometió luchar"

El repentino giro en la actitud de Donald Trump hacia Bashar Asad y el bombardeo de la base aérea de Shairat ejemplifican los cambios en política exterior del líder estadounidense.

Trump, que solía hablar sobre el levantamiento de las sanciones a Rusia y sobre la mejora de las relaciones con Moscú, se ha acabado convirtiendo en el presidente más cómodo para aquellas élites contra las cuales prometió luchar.

Patrizio Ricci, uno de los fundadores del Comité Nacional para la Paz en Siria y miembro del Consejo de Administración de las Comunidades Cristianas en Oriente Próximo, reveló a Sputnik qué intereses ocultos y fuerzas secretas han influido en las recientes decisiones del mandatario estadounidense.

Según el experto, en el caso de que la destitución de Asad fuera el único objetivo de Trump, el mandatario de EEUU se centraría en este aspecto sin agravar la situación en Siria, y no habría atacado Damasco y Hama.

"Parece que Trump se adhiere a los planes de la Administración anterior de desmembrar Siria en protectorados", subrayó.

Con el fin de justificar la ofensiva con misiles sobre la base aérea siria de Shairat, el mandatario de EEUU recordó el ataque químico en Huta de 2013 y lamentó que Barack Obama "hubiera cometido un error al no haber atacado Siria en aquel momento", prosiguió.

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De esta manera, Ricci explicó que, a juicio de Trump, los acontecimientos en Huta dibujaron "la línea roja que cruzó el Gobierno en Damasco", pese a que "no había evidencia de la culpabilidad de las autoridades sirias en dicha tragedia".

"Basándome en estos hechos, creo que el ataque sobre la base aérea nos mostró al verdadero Trump, que quiso sacar la mayor ventaja de la histeria general", expresó Ricci.

Asimismo, apuntó que Trump, "fuertemente criticado y debilitado por la maquinaria de la Casa Blanca y la Unión Europea", había cedido ante la enorme presión. Sin embargo, "lo peor de esta situación" es que cambió a los miembros de su propio equipo por personas que son "la encarnación de la fuerza", y contra las cuales había prometido luchar.

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Así, la impresión que prevalece es que el líder de EEUU se olvidó de sus promesas electorales, y ahora su objetivo principal es "sobresalir en la escena política sin tener ningún plan y hacer uso de una agresividad excesiva".

"Resultó que su decisión de atacar Siria se sustentó en la situación de la política exterior de EEUU, y no en la situación real del país árabe ni en la voluntad del pueblo", profundizó.

El analista también abordó el futuro de las relaciones bilaterales entre Moscú y Washington. Según afirmó, la razón principal por la que Trump no ha cumplido sus promesas acerca de Rusia es que "las relaciones entre los dos países son víctimas de las ambiciones económicas, militares y geopolíticas".

De esta manera, la demanda de la destitución de Asad no es "más que una excusa", debido a que implicaría que el país de Oriente Próximo pasaría a formar parte del protectorado exterior de EEUU.

Esto, por su parte, se convertiría en una amenaza real no solo para Siria, sino también para Rusia, China y Corea del Norte. Así, cualquier decisión que tome Rusia en el futuro "tiene que estar bien meditada", puesto que "ejercerá influencia en todo el mundo".

"Estoy seguro de una cosa: si siguen apostando por un mundo unipolar, el uso de pretextos políticos para la intensificación de conflictos y el uso de la fuerza militar persistirá", concluyó.