"Les preguntan para qué fueron, por si quieren traicionar a su patria", relató en tono irónico.
La periodista descartó que algo similar pudiera ocurrir en Rusia.
"Imagínese que en nuestro país determinada persona fuese a trabajar a Radio Libertad y al día siguiente le llamase un coronel para hacerle preguntas", comentó al recordar que cosas como esa son de lo peor que sucedía en la Unión Soviética y "nosotros no lo hacemos, pero ellos sí".
En la misma línea —relata la directora de Sputnik—, la correspondencia de los periodistas de la agencia cae en manos de la competencia de RT, hecho que solo puede pasar con la colaboración de los servicios secretos que interceptan las misivas y se hacen con la información para pasarla a otros.
"¿Cómo sucede que un material basado en nuestra correspondencia confidencial, que no se publicó nunca en ningún lugar, de pronto aparece en alguna publicación occidental reconocida por su colaboración con los servicios secretos?", se preguntó.
Simonián señala que "está claro que se trata simplemente de filtración".
"Comprendemos que este parte de la información pudo aparecer en una publicación concreta solo en el caso de que fuese filtrado por los servicios secretos, porque de otro modo esta información no podía llegar a los medios de prensa", denunció.
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La periodista añadió que "cuando hablo por cualquier teléfono, escribo algo, sé que no somos dos, sino tres, cuando no cinco".
Sputnik ha sido objeto en reiteradas ocasiones de limitaciones a sus actividades por parte de las autoridades locales de los países del Báltico.