"Yo diría que la última cosa que usted quisiera que pase es que se desenlace una guerra entre EEUU y una de las mayores potencias. Este conflicto conllevaría a una escalada y obviamente conduciría al uso de armas nucleares", dijo McCrisken al diario británico The Independent.
De acuerdo con el medio británico, la escalada de intercambios de declaraciones entre las dos potencias provoca en los expertos temores de una eventual escalada militar.
La reacción de Pekín no se hizo esperar. El portavoz del ministerio de Exteriores de China, Lu Kang, exhortó a la Administración Trump a evadir las discusiones respecto al tema y reiteró las pretensiones chinas sobre las pequeñas islas inhabitadas.
"Exhortamos a la parte estadounidense a tomar una actitud responsable y dejar de hacer comentarios equivocados sobre la soberanía de las islas Senkaku, así como evitar complicar el contencioso y traer inestabilidad a la región", dijo Lu Kang en un comunicado, publicado en la página web de la Cancillería china.
"Cualquier conflicto entre EEUU y China sería desastroso y con potencial para acabar la vida en la Tierra como la conocemos", coincidieron los expertos entrevistados por el medio británico.
"EEUU sufriría bajas de cientos de miles de personas. Pero China sería totalmente destruida ya que se sabe que si Washington va a la guerra, lo hace con violencia y energía sin paralelos", comentó Peter Roberts, director de ciencias militares del Royal United Services Institute, a The Independent.
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A escala global, las rutas logísticas serían trastornadas completamente mientras la economía global se desplomaría. Así, cualquiera que sea el resultado, en última instancia "todos perderían", comentó Kerry Brown, especialista en China citado por el medio.
"La guerra de palabras continuará. Lo mejor sería si las dos partes se ponen de acuerdo. El peor escenario, es si una confusión desata un conflicto real", añadió.