La policía neerlandesa se incautó de la cámara fotográfica, la cámara de vídeo, las tarjetas de memoria, la grabadora de voz, los discos duros y las grabaciones que el informador hizo en el lugar de la caída del vuelo malasio MH17, un siniestro que se produjo en julio de 2014.
Spekkers, junto al también periodista Stefan Beck, había viajado al este de Ucrania para ayudar a investigar la tragedia.
El propio Beck dijo en una entrevista con la cadena televisiva RT que la zona que visitaron no es tan peligrosa como afirmaba la fiscalía holandesa.
Al mismo tiempo, Mijatovic señaló que recoger "restos humanos" no se corresponde con la labor periodística.
El 17 de julio de 2014, un Boeing 777 de la compañía Malaysia Airlines, que realizaba el vuelo MH17 de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue alcanzado por un misil cuando sobrevolaba la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania.
El grupo de investigación integrado por expertos de Ucrania, Holanda, Australia, Bélgica y Malasia concluyó en su informe del 28 de septiembre de 2016 que el avión fue derribado por un sistema de misiles tierra-aire Buk supuestamente transportado desde Rusia a un área bajo control de las milicias de Donetsk.
Moscú calificó el informe de contradictorio y preconcebido, y subrayó que no existían pruebas concretas que confirmaran esa hipótesis.
El consorcio ruso Almaz-Antey, fabricante del sistema antiaéreo Buk, indicó, tras haber realizado varios experimentos, que el avión malasio recibió el impacto de un misil 9M38, disparado desde la localidad de Zaróschenskoye controlada por las fuerzas ucranianas.
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A su vez, el Ministerio de Exteriores de Rusia denunció que el grupo investigador hizo caso omiso de una importante información ofrecida por la parte rusa.