Todos los predecesores de Jorge Mario Bergoglio se trasladaban en los papamóviles blindados o en limusinas. No obstante, el sumo pontífice tomó la decisión de viajar en coches convencionales, incluso todoterrenos descapotados para estar en contacto directo con la gente, recuerda Reuters.
"Estoy consciente de los posibles peligros que corro. Quizás, sea imprudente, no tengo miedo por mí mismo, pero siempre me preocupo por la seguridad de las personas que viajan conmigo y, sobre todo, por la de aquellas a las cuales conozco en diferentes países", explicó el sacerdote jesuita en el prefacio del libro "De viaje", escrito por el periodista italiano, Andrea Tornielli.
El Papa Francisco es conocido por su lealtad al principio de la modestia. Durante el viaje a Brasil en 2013, rechazó todos los servicios particulares que le correspondían.