"Las declaraciones de Putin son una muestra de cautela y señalan que Rusia no quiere entrar en una carrera armamentística volviendo a una especie de Guerra Fría con Estados Unidos", opinó este académico especializado en cuestiones rusas.
Sin embargo, prosigue Morales, los indicios que apuntan a que Trump podría establecer unas relaciones "menos malas" entre la Casa Blanca y el Kremlin, junto al hecho de que Rusia "no se podría permitir económicamente" un aumento del presupuesto militar como el que propone el magnate, hacen que Putin no muestre ningún interés en participar en una escalada de gasto militar.
"La carga que supondría responder paralelamente al aumento del gasto de Estados Unidos estaría fuera del alcance de Rusia en este momento", sentenció este experto.
Según detalló Putin, el gasto de Rusia en Defensa pasará de representar el 4,7% del PIB este año a suponer el 3,3% en 2017 y el 2,8% en 2019.
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A pesar del anuncio sobre el retroceso en la inversión militar, Putin se reafirmó en su opinión de que Rusia tiene la capacidad defensiva suficiente para repeler a cualquier agresor potencial.
Putin descarta que Rusia entre en una nueva carrera armamentística http://t.co/chlVhGoylb
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 4 de diciembre de 2014