"Todo conflicto es uno de los mayores factores, o el mayor, de la degeneración de la situación en materia de seguridad alimentaria y alimentación eficiente", dijo a Sputnik.
"Según nuestras estimaciones, la tasa de personas que padecen hambre en países en situación de crisis es casi tres veces más alta que en otras naciones en vías de desarrollo", precisó.
Subrayó que los conflictos "reducen el acceso de la población a los alimentos y a la asistencia médica, frenan la producción de los alimentos y la actividad agrícola, y socavan también el sistema de la seguridad social".
Indicó que la FAO intenta "sentar las bases para la recuperación en Siria, contribuyendo de esta manera a la construcción de un futuro más estable".
En particular, indicó, la organización internacional ayuda a las familias sirias a seguir produciendo alimentos y criando ganado: en 2016 entregó a más de 500.000 personas granos de cereales y hortalizas, aves vivas y piensos para explotaciones agropecuarias, y vacunó a animales.
"La FAO considera que su misión principal en las zonas de conflicto es preservar vidas humanas y garantizar recursos para vivir ofreciendo unos medios de supervivencia dignos", concluyó.