"Las tecnologías como los sistemas electrónicos de combate y las armas de microondas abren perspectivas a la creación de las ASAT no cinéticas capaces de desactivar un satélite a través de atascamiento o sobrecarga de sus propios sistemas electrónicos, sin destruirlo físicamente", explica el experto.
De esta manera, prosigue, la eficacia de las armas de fuego sobre las fuerzas dependientes de la información debilitada provocaría que estas últimas perdieran su capacidad de explotar su ventaja de conocimiento para emplear las armas de precisión.
"El campo de fuego sería igualado y para EEUU y sus aliados, incluida Australia, el uso del potencial militar sería mucho más arriesgado", profundiza Davis.
Hablando sobre la política espacial actual de EEUU, el experto detalla que consiste de dos enfoques —ofensivo y defensivo—.
El enfoque ofensivo se refiere a la 'negación' de las capacidades del adversario, así como medidas para "engañar, interrumpir, degradar, negar o destruir" las capacidades espaciales del enemigo.
"Así, los puntos clave ya están en vigor para que EEUU responda a la creciente amenaza de las ASAT", sostiene.
Mientras el experto ve el riesgo en Rusia y China que tratan de defender sus sistemas, EEUU triplica los gastos en el control espacial ofensivo —de 9.5 millones de dólares de 2013 a 30.7 millones de dólares en 2016—".
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, por su parte, expresó en reiteradas ocasiones su sorpresa respecto a las preocupaciones de los países de Occidente y señaló que Rusia no representa una amenaza para nadie.