En la entrevista con la cadena HBO el líder estadounidense afirmó que, aunque la intervención militar es a veces capaz de conseguir cambios positivos, en la mayoría de los casos solo agrava los problemas ya existentes.
Además, Obama agregó que EEUU "hace muchas cosas buenas en el mundo, a veces de manera no perfecta y poco eficaz, pero [EEUU] tiene algo de lo que sentirse orgulloso".
Anteriormente el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, famoso por criticar la política del presidente actual, expuso que "Washington debe dejar de derrocar regímenes" y comenzar a luchar contra Daesh —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países—. Asimismo, prometió que en caso de asumir el cargo presidencial, recurrirá a la fuerza militar "solo cuando sea vital para la seguridad del país".
"Dejaremos de intentar construir democracias extranjeras, derrocar regímenes e intervenir de manera irreflexiva en los asuntos en los que no tenemos el derecho a participar. Queremos hacer este país más fuerte y protegerlo", dijo Trump.
El experto del Centro de Estudios Militares y Políticos del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Mijaíl Aleksándrov, indicó que a diferencia de Clinton, "Obama no es partidario de intervenciones militares, sino de las acciones en el marco de la guerra híbrida".
"La guerra en Libia evidenció que una intervención militar directa de Occidente socava su autoridad. Por lo tanto, ahora en Siria EEUU actúa dentro de una coalición internacional bombardeando las posiciones de Daesh o apoyando a la oposición, pero no lucha directamente contra Asad", explicó el experto, citado por Svobodnaya Press.
Aleksándrov agregó que Hillary Clinton, mediante su fundación, había recibido miles de dólares por parte de los países del Golfo Pérsico. Arabia Saudí y Catar, que financiaron el siguiente esquema de Washington: utilizar a la llamada oposición moderada y los grupos terroristas para derrocar a Bashar Asad y luego, bajo el pretexto de luchar contra las organizaciones radicales, entrar en Siria.
Sin embargo, prosiguió Aleksándrov, Moscú y Teherán interfirieron en el conflicto y rompieron todo el plan. En repuesta, Obama "no cambió su política de no intervención directa y ahora tiene que justificar su posición".
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Al mismo tiempo, comentó el analista militar Serguéi Yermakov, las palabras de Obama pueden significar su desacuerdo con las declaraciones de Trump, quien suele destacar su fuerte oposición al 'derrocamiento de regímenes' y aboga por la derrota de Daesh.
"Esto implica una asociación con los que están en contra de Daesh y otros grupos terroristas, o, en otras palabras, con Rusia. Y se puede conseguir solo al aumentar el contingente militar en tierra para luchar contra los radicales", expresó Aleksándrov.
A juicio de Yermakov, Obama "está pensando en su legado como presidente", por lo que intenta demostrar que fue él quien asumió la única estrategia correcta.
"La fuerza militar siempre ha sido un instrumento de la política exterior para EEUU y seguirá siéndolo. Sobre todo ahora, cuando sus capacidades de influencia financieras sufren un desplome catastrófico frente a una China fuerte y la crisis económica en Europa", profundizó.
Así, recordó, recientemente el director del FBI; James Comey, reanudó la investigación de la filtración de la correspondencia oficial de Clinton.
"Las acciones de ella durante la Administración Obama podrían calificarse de 'alta traición' y resultar en un juicio en el Senado y destitución en el caso de que asuma la presidencia", concluyó.