Según el informe, un fenómeno climático, que podría presentarse en forma de erupciones solares o perturbaciones geomagnéticas, sería capaz de poner en peligro infraestructuras y tecnologías cruciales para EEUU, como la red de energía eléctrica, las operaciones de satélite, los sistemas de comunicación y la aviación, por ejemplo.
La intención del documento es alertar las autoridades y ciudadanos estadounidenses acerca de tales fenómenos, que en ocasiones anteriores han causado daños a gran escala. Uno de los sucesos más conocidos es el evento Carrington, una tormenta solar que inutilizó los sistemas de telégrafo europeos y de toda América del Norte, en el año de 1859.
En los tiempos actuales, tal fenómeno podría causar una cascada de fracasos "que afectaría a servicios esenciales, como el suministro de agua, los servicios de salud y de transporte" en todos los continentes simultáneamente. Por esa razón el comunicado reitera que es necesario establecer planes para reducir al mínimo la pérdida económica y humana, en una situación climática extrema.