El Campo 5 cuenta con 100 celdas de máxima seguridad en las que durante años eran aislados los detenidos que hacían huelga de hambre, los castigados y el puñado de los que estaban acusados de crímenes de guerra, dijo el periódico.
Según los jefes militares, este paso forma parte de las medidas para cumplir con la orden dictada por el presidente Barack Obama de cerrar la prisión militar para sospechosos de terrorismo.
"Ahora tenemos solo 61 detenidos y hemos juntado a la población de Campo 5 con la de Campo 6", dijo el miércoles el capitán de marina John Filostrat a los periodistas que viajaron a Guantánamo para asistir a las audiencias preliminares del juicio por el ataque explosivo al buque de guerra USS Cole ocurrido en 2000.
El militar se refería a los 15 detenidos que estuvieron en manos de la CIA, entre ellos los acusados de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que permanecen en un sitio secreto llamado Campo 7.
Según el plan, el Comando Sur de EEUU irá reduciendo la actual cantidad de 1.950 efectivos en unos 400 para fin de año.
El Campo 5 fue construido entre 2003 y 2004 por una subsidiaria de la empresa Halliburton, a la que estuvo ligada el exvicepresidente Dick Cheney, a un costo de 17 millones de dólares, según el Herald.
El recinto se hizo como una moderna penitenciaría con aire acondicionado y vigilancia permanente mediante cámaras copiando el modelo de la prisión de Bunker Hill, Indiana.
Sin embargo, eso no impidió que tres prisioneros se suicidaran allí.
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La iluminación y el aire acondicionado siguen funcionando mientras se preparan las obras para convertirlo en una instalación médica, que costarán 8,4 millones de dólares y estarían listas para el próximo verano boreal.