Según fuentes del Palacio del Planalto los dos mandatarios hablaron de la crisis que afecta al país latinoamericano, con los intentos de la oposición de aprobar un referéndum para apartar a Nicolás Maduro del poder.
Finalmente, se invitaron mutuamente a visitar sus países en viaje oficial, según recoge la prensa local.
Temer aprovechó sus últimas horas en la cumbre del G-20 para mantener varios encuentros bilaterales con jefes de Estado.
Con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, Temer habló de atraer inversiones en infraestructuras y del interés de Brasil en exportas carnes, frutas y otros productos agrícolas a Japón.
Un ejemplo sería el supercarguero KC-390, desarrollado por la Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer) junto con la Fuerza Aérea Brasileña.
Temer también ofreció la venta de este avión de transporte al primer ministro italiano Matteo Renzi, al que también trasladó sus condolencias por las víctimas del terremoto de afectó al centro del país a finales de agosto.