Hickey ha sido detenido en un hotel de Barra de Tijuca, cerca del parque olímpico, pero se ha desmayado y ha tenido que ser llevado a un hospital cercano.
Las primeras investigaciones apuntan a que el Comité Olímpico Irlandés que preside Hickey contrató a la empresa Pro 100 para vender las entradas de los Juegos Olímpicos de Río en Irlanda.
Sin embargo, esas entradas se pasaron a la empresa THG, que las revendía a precios extremadamente altos —hasta 8.600 dólares había que desembolsar por una entrada para la ceremonia de apertura—.
La empresa THG fue la encargada de la venta de entradas en los Juegos de Londres 2012, pero no tiene autorización para vender ingresos de los Juegos de Río 2016.
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Esta empresa está en el punto de mira de la policía desde hace tiempo: el pasado 5 de agosto se detuvo en Río a uno de sus directivos, Kevin James Mallon, y la Policía se incautó de más de 1.000 entradas que se vendían de forma irregular.