Assange está impedido de un principio básico que es "defenderse de un crimen del que ni siquiera ha sido acusado", explicó la jurista brasileña.
Este encierro hace que se presenten problemas derivados "de la falta de libertad, de locomoción, de acción, de vivir con su familia, de estar conectado con los suyos, de tener libertad en el amplio sentido de la palabra", añadió la abogada.
Existe una interpretación restrictiva del derecho internacional por parte de Inglaterra porque formalmente Assange no está acusado de ningún crimen, explicó Proner.
"Él no está formalmente acusado de ningún crimen. De las cuatro imputaciones que le hacen, tres ya han prescrito", sostuvo la experta, quien agregó que tampoco la justicia sueca ha acusado a Assange, aún cuando "ha tenido las condiciones jurídicas y la disposición por parte del denunciado para ser interrogado".
Para Proner hay que destacar que el periodista australiano "no ha huido de la justicia sueca, al contrario, una vez que supo (de la acusación) él ha ido a Suecia, no ha ido huyendo a Inglaterra", por lo que cree que existe una interpretación "errónea y comprometedora" del derecho internacional cuando se le califica de "fugitivo".
En ese sentido, la experta brasileña cree que el fundador de WikiLeaks no cuenta con ninguna garantía para salir de la embajada de Ecuador en Londres, donde el pasado domingo 19 de junio cumplió cuatro años como asilado.
"A partir del interrogatorio se puede determinar si existió una acción por crimen sexual, pero no se ha adoptado ninguna de las formas alternativas de consulta y de amplia defensa, lo que busca Assange es que el proceso no sea por otro delito sino exclusivamente por este", dice Proner.
La abogada también habló de la difícil postura de Ecuador, ya que el país andino "está en medio de una cuestión que va más allá de un crimen moral".
"El problema es que este Estado soberano ha hecho esto en disconformidad con el interés del derecho británico", explicó.
Actuación contradictoria
"Suecia y Reino Unido pueden decir que la decisión no les interesa, lo que es peor todavía porque aceptaron participar, ofrecieron sus argumentos al grupo de trabajo, han aceptado las reglas del juego y son miembros permanentes del Consejo de Derechos Humanos", es decir, "están obligados a cumplir y si no cumplen comenten un error más desde el punto de vista legal", observó.
A esto se suma que aunque EEUU dice que no existe ninguna imputación ni orden de detención contra Assange y sus colaboradores, desde Washington "se está moviendo un conjunto de reflexiones jurídicas para intentar crear tipos penales o adaptar la conducta de WikiLeaks en algún tipo de delito", señaló.
Proner participó en la jornada académica "Julian Assange, 4 años de libertad negada", que se realiza en Quito hasta este viernes.