"Nuestro deber y nuestra responsabilidad consisten en no permitir la repetición de nada semejante en ninguna parte del mundo y en transmitir este sentimiento (a otras generaciones)", dijo durante la ceremonia de homenaje a las víctimas del bombardeo de Hiroshima, en la que participó también el presidente de EEUU, Barack Obama.
También exhortó a alcanzar un mundo desnuclearizado, y señaló que "por muy largo y difícil que sea este camino, es necesario recorrerlo".
"Japón y EEUU cumplirán este deber aunando sus esfuerzos", subrayó.
Obama es el primer presidente de EEUU en activo que visita Hiroshima.
EEUU arrojó bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki el 6 y el 9 de agosto de 1945, provocando la muerte de 130.000 a 250.000 personas y la capitulación del Japón en la II Guerra Mundial.
Estos bombardeos son el único caso de empleo del arma nuclear con fines de guerra.