“Cuando vendemos armas a Armenia y Azerbaiyán respetamos el balance de los intereses” dijo en declaraciones a la radio rusa Ejo Moskví.
Destacó que en el caso de que Rusia cese el suministro de armas en uno de estos países, EEUU y otros países ocuparán su lugar.
Ereván y Bakú viven enemistados desde el inicio del conflicto de Nagorno Karabaj, en 1988, cuando este enclave, poblado en su mayoría por armenios, decidió independizarse de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras una escalada de hostilidades en el período de 1992 a 1994.
Los enfrentamientos a gran escala que se reanudaron en Nagorno Karabaj el 2 de abril suponen la mayor espiral de violencia desde que el conflicto entró en fase latente hace más de dos décadas.
Armenia responsabilizó de la ofensiva a Azerbaiyán que, a su vez, denunció bombardeos de localidades desde el lado armenio.
El 5 de abril las partes anunciaron el cese del fuego.