La ceremonia de inauguración de la sucursal de la fábrica de chocolate Pobeda Confectionery se celebró en la ciudad letona de Ventspils.
Participaron los copropietarios de la fábrica los Muraviov, el embajador de Rusia en Letonia Alexander Veshniakov y el alcalde de Ventspils, Aivars Lembergs.
Según el copropietario de la fábrica Andrey Muraviov, durante el primer año la empresa planea producir más de 10 mil toneladas de barras de chocolate, de las cuales unas 705 toneladas van a ser exportadas a los países de la Unión Europea (UE) y de Oriente Próximo así como a EEUU y Sudamérica, es decir a cuatro continentes. "Los derechos arancelarios complican los suministros de chocolate de Rusia a la UE. Por eso fue tomada la decisión de construir una fábrica en Letonia para que se convierta en la cabeza de un puente con el mercado europeo", añadió.
En la primera etapa van a trabajar 25 personas en la fábrica de Ventspils y 10 personas más se encargaran de la actividad comercial en Riga. Con el crecimiento de la capacidad productora el número de empleados aumentará hasta 75.
La fábrica Pobeda abrió sus puertas en el año 2000 en la ciudad de Yegorievsk, provincia de Moscú. Hoy es una de las confiterías más importantes de Rusia, produce más de 50 toneladas de chocolate al año y vende a más de 20 países del mundo. La superficie total de sus edificios industriales es de 38 mil metros cuadrados, y en la fábrica trabajan más de 900 empleados.
Se estima que la inversión de la primera etapa de la fábrica Pobeda Confectionery en Ventspils equivale a 4.74 millones de euros, y la segunda tendrá un costo aproximado de 9,5 millones de euros.
