Marcha de China puede determinar la estabilidad del Gobierno en Brasil

Las dificultades para mantener el ritmo de crecimiento de la economía China podría tener efectos devastadores sobre las economías emergentes del planeta entre las que Brasil, como su principal socio comercial en Latinoamérica, podría verse profundamente afectado hasta el punto de comprometer la estabilidad de su Gobierno a corto plazo.

Debido a su papel de exportador de materias primas (soja, hierro y azúcar), la dependencia de la economía brasileña de la demanda del mercado chino podría suponer una fuerte depreciación del real brasileño y con ello un despegue del precio del dólar, que este jueves ya se vende en Brasil a 3,80 reales, en medio una de las peores crisis que se recuerdan con un probable retroceso del PIB en torno al 2,26 por ciento en 2016.

En declaraciones a Sputnik Nóvosti, el profesor de la Escuela de Administración de Empresas de la Fundación Getúlio Vargas en Sao Paulo (FGV-EAESP), Marco Antonio Carvalho Teixeira, explicó que "la situación de inestabilidad interna en el gobierno de Brasil se está viendo seriamente afectada por las incertidumbres en torno a la economía de China al provocar indirectamente la desvalorización del real".

Tema: Crisis bursátil en China

En este sentido, Teixeira recordó que la delicada situación del actual ministro de Economía y Hacienda, Joaquim Levy, depende en gran medida del empeoramiento a corto plazo de la situación del real brasileño y que "los rumores que circulan en los mercados sobre una eventual salida de Levy del gobierno de Brasil podrían tener un tremendo impacto sobre el precio de la moneda e incluso conllevar una revisión de la nota crediticia del país".

"Si Levy abandona su papel como director del rumbo de la economía de Brasil, se trasladará a los mercados una sensación de caos interno ya que habría que convencer nuevamente a los agentes financieros sobre la conveniencia de la dirección que tome el sustituto de Levy en sus políticas económicas", insistió el profesor quien señaló al ministro de Planificación, Nelson Barbosa, como el posible sustituto de Levy al mando del equipo económico.

En el fondo, como Teixeira señala, "la posición del Partido de los Trabajadores respecto a las políticas de Levy siempre fue el escepticismo, lo lógico es pensar que Barbosa sustituirá a Levy en su papel en el gobierno económico de Brasil para evitar un mal mayor", concluyó el profesor en referencia a los temores de Rousseff de sufrir el castigo de las agencias de calificación de riesgo mediante la reducción de la nota del crédito brasileño.