Libia y Egipto deberían llevar a cabo investigaciones rápidas y transparentes sobre estas muertes, ha dicho HRW.
Los dos países lanzaron bombardeos después de que el EI difundiera un vídeo en el que mostraba la decapitación de 21 egipcios cristianos coptos.
“Los ataques indiscriminados que no pueden o no distinguen entre objetivos militares y civiles o infraestructuras civiles violan las leyes de la guerra y las violaciones graves de las leyes de la guerra, llevadas a cabo con intención criminal, pueden constituir crímenes de guerra”, ha afirmado HRW.
"Egipto y Libia dicen que están luchando contra extremistas afiliados al EI, pero eso no les da carta blanca para matar a civiles", ha advertido Sarah Leah Whitson, directora de Oriente Medio y el Norte de África de HRW.
"Todas las partes del conflicto en Libia tienen que hacer todo lo posible para proteger a los civiles y deben investigar inmediatamente cualquier caso de víctimas civiles”, ha indicado Whitson.
La ONG ha documentado siete muertes de civiles resultado de los ataques aéreos en Derna, a través de entrevistas por teléfono a familias de seis de las víctimas; todas murieron en sus casas en el barrio de Al Shiha, en Derna.
Entre los muertos había una madre, Rabiha al Mansuri, y tres de sus cuatro hijos, Afraa, Zakaria, y Huzaifa al Karshufi, a los que mató un misil que impactó en su casa.
Las otras víctimas fueron Osama al Shteiwi, un estudiante que estaba observando desde el tejado de su casa y fue alcanzado por la metralla de un proyectil, Attia Bousheiba al Shaari, que murió después de que la fachada de su casa se derrumbara sobre él, y Hanan Faraj al Drissi, que estaba en el terrado de su casa cuando un misil impactó en la calle de enfrente.
Los vecinos de la zona explicaron a HRW que en los ataques aéreos habían resultado heridos por lo menos otros 20 civiles. Algunos de ellos se encontraban en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Al Hreish.
Los familiares entrevistados señalaron que aviones militares sobrevolaron la zona y empezaron los bombardeos a las 5 de la mañana, muchos vecinos subieron a los terrados para observarlos.
Todos los entrevistados dijeron que dos misiles golpearon el barrio entre las 7 y las 7:30 de la mañana y que ninguna de las casas que alcanzaron eran las que los combatientes utilizan para almacenar armas o municiones.
El jefe de la fuerza aérea de Libia, que opera bajo la autoridad del Gobierno de ese país reconocido internacionalmente –con sede en Tobruk, el este de Libia– dijo que sus fuerzas habían llevado a cabo "ataques aéreos sobre casas en la ciudad de Derna”.
Según él, estos edificios eran “bases de lanzadoras terrestres y almacenes de armas del EI".
El jefe de la fuerza aérea añadió que en los ataques aéreos murieron entre 40 y 50 combatientes, pero no hizo referencia a las víctimas civiles.
HRW considera que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe establecer un mecanismo de investigación o designar un relator especial para Libia que investigue todas las violaciones graves y generalizadas de los derechos humanos en ese país.
“Estas violaciones pueden constituir posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad y hay que garantizar que sus responsables rindan cuentas”, considera la ONG.