"La Embajada de EEUU permanecerá cerrada al público hasta nuevo aviso", señala la nota oficial que atribuye esta precaución a la necesidad de velar por la seguridad de empleados y visitantes de la legación diplomática.
El comunicado señala que Washington "analiza continuamente las condiciones de seguridad" y reanudará las operaciones consulares en cuanto sea posible.
El presidente de Yemen, Abdo Rabu Mansur Hadi, presentó el pasado 22 de enero su renuncia, que aún está pendiente de una votación en el Parlamento. También dimitió el Gabinete de ministros en pleno.
Anteriormente, las autoridades yemeníes aceptaron las cuatro exigencias de los rebeldes hutíes, que prevén cambios en la Constitución del país.
El movimiento de los hutíes, o Ansar Alá (Seguidores de Dios), surgió a principios de los noventa y en la década siguiente se levantó en armas en varias ocasiones reclamando del Gobierno mayor autonomía y privilegios para su provincia natal, Saada, en el noroeste del país.
En 2011 participaron junto con otras fuerzas en la rebelión contra el presidente Alí Abdalá Saleh.
En agosto de 2014 los hutíes consiguieron tomar la capital del país, Saná, tras varias semanas de protestas antigubernamentales que exigían restablecer los precios subvencionados del combustible.
En septiembre lograron varios acuerdos con las autoridades para poner fin al conflicto, pero no respetaron la exigencia de retirar a los milicianos.
Los hutíes controlan actualmente amplias zonas de Yemen y reclaman una mayor participación en el Gobierno, así como un pacto contra la corrupción.