Los milicianos denunciaron más de 50 ataques contra Donetsk en 24 horas, con un saldo de al menos nueve civiles muertos y 44 heridos, incluidos 4 niños.
Por su parte, la policía ucraniana habló de al menos tres civiles muertos, entre los que también hay un menor, en la localidad de Debáltsevo, donde cayeron entre 15 y 20 proyectiles que destruyeron varias viviendas, un centro cultural y la estación de ferrocarril.
También se informa de cuantiosas bajas de las partes enfrentadas, aunque no confirmadas por el momento.
Según las milicias locales, las tropas ucranianas sufrieron el domingo unas 200 bajas entre muertos y heridos, dato que Kiev desmintió, y aseveró a su vez que fueron los milicianos los que perdieron a unos 200 hombres.
Los combates en Donbás son cada vez más enconados, lo que hace esperar un rápido crecimiento de víctimas civiles y bajas militares.
De acuerdo a fuentes ucranianas, las hostilidades alcanzaron este lunes los arrabales de Mariúpol, ciudad bajo control de las tropas ucranianas, situada en el sureste de la provincia de Donetsk.
"No sabemos quién y a dónde dispara, pero los disparos se escuchan por todas partes", dice Stepán Majsma, alcalde de la localidad de Sartana, cerca de Mariúpol.
"Da la impresión que ha comenzado la Gran Guerra Patria", añadió este testigo.
Los combates también continuaban hoy en la zona del aeropuerto de Donetsk.
Los militares ucranianos afirmaron haber recuperado sus posiciones en el aeropuerto, punto estratégico por el que las fuerzas de Kiev y las milicias pelean desde hace meses.
La escalada de la tensión en Donbás provoca gran preocupación de la comunidad internacional y, en particular, del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien urgió a ambos bandos a respetar los acuerdos de Minsk y cesar de inmediato las hostilidades.
El mismo llamamiento sonó desde la OSCE.
El presidente del organismo europeo, Ivica Dacic, instó a "aplicar inmediatamente todos los esfuerzos para detener las hostilidades, restablecer la tregua y cooperar activamente con la OSCE".
Mientras, el Ejército ucraniano afirmó este lunes respetar "rigurosamente" los acuerdos de Minsk y no llevar a cabo "operaciones a gran escala al margen de la línea de separación de las partes".
En una entrevista con RIA Novosti, el viceministro ruso de Exteriores, Grigori Karasin, advirtió de que la reanudación de las acciones bélicas en el este de Ucrania puede "enterrar para siempre las esperanzas de una solución pacífica" y acusó al 'partido de la guerra' del primer ministro, Arseni Yatseniuk, de ser la mayor amenaza para el Estado ucraniano.
"La histeria militarista del 'partido de la guerra' en Kiev representa hoy el principal peligro para el sistema estatal ucraniano porque no resuelve la crisis ni favorece un diálogo real", sentenció el diplomático ruso.
