"Hay que permitirle a Voloshin pasar la prueba del polígrafo y que la lleven a cabo especialistas holandeses o mejor especialistas malasios", comentó este miércoles el portavoz del Comité de Investigación ruso, Vladímir Markin.
Anoche el Comité tomó declaración a un militar ucraniano que desertó a Rusia y considera que el avión malasio pudo haber sido derribado por un avión de combate pilotado por el capitán de la Fuerza Aérea ucraniana, Voloshin.
Este miércoles, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) reconoció que el capitán Voloshin sirve en la Fuerza Aérea del país, pero negó que hubiera realizado vuelos el día de la catástrofe, el 17 de julio.
El Boeing malasio del vuelo MH17, que cubría la ruta de Ámsterdam a Kuala Lumpur, fue derribado el 17 de julio pasado en la región de Donetsk, en el este de Ucrania.
A bordo viajaban 298 personas, 192 holandeses, 27 australianos y 4 alemanes. No hubo supervivientes.
Kiev culpó de la catástrofe a las milicias de Donetsk, pero estas respondieron que no disponían de armamento capaz de abatir un avión a más de 10.000 metros de altura.
El pasado 8 de septiembre Holanda publicó un informe preliminar sobre el siniestro del Boeing y confirmó que el avión se descompuso durante el vuelo "a causa de daños estructurales provocados por un gran número de objetos que penetraron en la aeronave desde fuera", pero no indicaron el origen de esos objetos.