"Con la llegada del invierno se agrava la situación desesperada en el este de Ucrania a causa de los batallones voluntarios que impiden el suministro de alimentos y medicamentos a los que tienen necesidad de ello", dijo el subdirector de AI para Europa y Asia Central, Denís Krivoshéev.
Añadió que no es un secreto que la situación en Donbás está cercana a una catástrofe humanitaria y "muchos de sus habitantes ya sufren hambre".
En el informe de la AI se destaca que los batallones de voluntarios Aidar y Dnepr-1, que forman parte de la Guardia Nacional de Ucrania, impiden el acceso a los convoyes humanitarios que se dirigen a las autoproclamadas Republicas Populares de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL).
En particular, los combatientes de Dnepr-1 junto a los activistas del grupo ultranacionalista Pravi Sektor tienen bloqueados 11 carreteras que llevan a la RPL.
Asimismo, los combatientes del batallón especial Dnepr-1 del magnate Ígor Kolomoiski, gobernador de Dniepropetrovsk quien apoya activamente la operación contra las milicias en Donbás, prohibió el acceso de cuatro convoyes con ayuda humanitaria para Donetsk enviado por otro empresario ucraniano, Rinat Ajmetov.
Amnistía International exhortó a Kiev a controlar la actividad de batallones y garantizar que "todos los que necesitan ayuda humanitaria puedan recibirla".
Anteriormente, la asesora del presidente ucraniano para las regiones de Donetsk y Lugansk, Irina Gerashenko, comunicó que el líder de Ucrania, Petró Poroshenko, encargará al Consejo de Seguridad Nacional a examinar los casos de la detención de convoyes humanitarios enviados por la Fundación de Rinat Ajmetov.