La noche del miércoles al jueves un grupo de asaltantes desconocidos profanó 76 tumbas de rusos emigrados a Australia en la parte ortodoxa del cementerio Rookwood de Sídney, en el estado Nueva Gales del Sur.
"La Cancillería rusa condena la profanación de las tumbas de nuestros compatriotas, es un sacrílego que no puede ser justificado", señala una nota en la web ministerial.
.@rookwood_agct faces a big clean-up after rampaging vandals desecrated 76 graves. http://t.co/Ey2XcRHFCn pic.twitter.com/FjQ36axOHY
— The Daily Telegraph (@dailytelegraph) 11 декабря 2014
Según Exteriores, la policía del estado investiga el "inhumano acto de vandalismo".
El diario The Sydney Morning Herald escribe que es prácticamente imposible identificar a los vándalos ya que la lluvia borró sus huellas digitales.
La policía afirma que carece de evidencias forenses y se basa en testimonios para investigar el crimen porque las cámaras de vigilancia no dieron ninguna pista. Al mismo tiempo precisó que no hay motivos para suponer que el delito fuera cometido por razones religiosas.
El incidente se produjo un día antes de la llegada del presidente ucraniano Petró Poroshenko a Australia donde participó en una ceremonia conmemorativa de las víctimas de la catástrofe del MH17 de Malaysia Airlines, derribado en el este de Ucrania en julio pasado. Entre las 298 personas que murieron en el siniestro había 38 australianos.
