La presencia de los observadores de la OSCE en Ucrania desempeñó un papel estabilizador pero Rusia esperaba mayores resultados, indicó el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en una entrevista con RIA Novosti.
"Sin duda, la presencia en el suelo ucraniano de un gran número de observadores intencionales jugó un cierto papel estabilizador, pero sinceramente esperábamos más", declaró el ministro.
Lavrov señaló que a los observadores "en ciertas ocasiones les falta firmeza e integridad" aunque su aporte a la normalización es posible solo si sus estimaciones son "imparciales y adecuadas".
"En el campo de vista de los observadores no entran el amplio uso de equipos militares pesados y de municiones prohibidas y la destrucción deliberada de las instalaciones de las ciudades en el sureste por los militares ucranianos ", denunció.
El canciller agregó que los informes de la OSCE suavizan la información sobre la situación humanitaria y las hostilidades en Donbás y las tragedias en Odesa y Mariúpol, mientras que "prestan una atención excesiva a los desplazamientos de los milicianos y de sus equipos".
A la vez, Lavrov realzó que los observadores trabajan en condiciones difíciles.
"No se trata solo de una fuerte presión política de Kiev y de sus patrocinadores occidentales; los observadores de la OSCE ponen su vida en riesgo ya que su inmunidad, como se vio, está garantizada por Kiev solo nominalmente", subrayó.
