El muro que separa España de Marruecos en la ciudad autónoma de Melilla ha sido hoy de nuevo escenario, desde primera hora de la mañana, de un salto masivo de inmigrantes subsaharianos, más de 500, que han tratado de cruzar a territorio español.
Este ha sido uno de los saltos más numerosos que ha vivido la zona este año. 23 personas lograron pasar a España y fueron recibidos entre gritos de júbilo por los internados en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). La frontera quedó cerrada toda la mañana así como la actividad económica en el paso fronterizo.
La ciudad sufre una fuerte presión migratoria. Ayer mismo, la Policía detuvo a una patera con 17 inmigrantes, dos de ellos mujeres embarazadas y dos menores.
Durante este año la frontera de Melilla ha vivido 64 intentos de salto de la valla. Más de 15.000 subsaharianos lo intentaron, pero solo 2.000 lograron superar los fuertes dispositivos policiales.
Durante los meses de verano, trece subsaharianos y tres guardias civiles resultaron heridos durante los intentos de entrar a España.
Los intentos de entrada de emigrantes en Ceuta y Melilla, las dos ciudades autónomas españolas en el norte de África, han subido un 73% de enero a octubre de este año respecto a 2013.
En una respuesta sobre la cuestión de Melilla en el Congreso de los Diputados, el Ministerio del Interior dijo ayer que las fuerzas del orden siguen "como principio básico, el cumplimiento de la legalidad vigente" e insiste en que el "protocolo de actuación lo constituye el concepto operativo de vigilancia de fronteras, del año 2005 sin que éste haya sufrido variación alguna".
