Carlos Fabra, un alto cargo del Partido Popular español, acaba de entrar en la cárcel por defraudar a Hacienda. Está condenado a cuatro años de prisión.
Fabra fue presidente de la Diputación de Castellón entre 1995 y 2011 y era el principal líder del partido conservador en la provincia.
Según fuentes penitenciarias, Fabra ha ingresado en la madrileña cárcel de Aranjuez.
En el juicio fue procesado por delitos de tráfico de influencias, cohecho y cuatro delitos fiscales, aunque la condena, impuesta en noviembre de 2013, se centra en la defraudación de más de 700.000 euros.
En el juicio quedó evidenciado que Fabra movía grandes cantidades de dinero y se demostró que incrementó su patrimonio considerablemente durante sus cargos públicos. Sin embargo, nadie pudo explicar de dónde salió el dinero.
Una de las gestiones más polémicas del político fue la construcción del aeropuerto de Castellón, un símbolo del derroche que caracterizó España en plena crisis. A pesar de que se inauguró en 2011, ni un sólo avión aterrizó en sus pistas.
Además de los cientos de millones que costó su construcción, este aeropuerto cuesta anualmente 3,7 millones de euros a las arcas del Estado sin estar operativo.
